No basta una vida para reconocer la grandeza de una Madre; la maternidad, es una huella que perdura con el paso del tiempo y la historia de una evolución. Por generaciones se ha concebido como el pilar de una cultura, como la sábana que cobija a una generación, sin duda alguna poder llamarte Madre, por siempre será una bendición.
Ser Mamá, es causa secreta de inquietud, es tal vez una de las batallas más difíciles para una Mujer: no saber cuándo llegará con el amor destrozado; ser paciente y esperar sentada; madurar esa etapa que permite acomodar las ideas y da paso a las experiencias; dejar de tejer trenzas y ser parte de las modas que marcan tendencia, ser Mamá es el día a día siempre dispuesta a dar.
Guerrera incansable, amiga confidente, escuela de vida, mujer de hierro, amor incondicional, mamá de tiempo completo, fuente de sabiduría, ángel enviado del cielo, paño de lágrimas, ejemplo de lucha… Son sólo algunas de las frases que se pueden exclamar al intentar referirse a quien es capaz de dar la vida por alguien más. Elevando la mirada al cielo, se logra comprender que no existen palabras suficientes para describir a tan grande mujer… MAMÁ!!!
“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tus sueños. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo,… en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”
Madre Teresa de Calcuta.
¡¡¡Feliz Día de las Madres!!!
En la UAPUAZ “SOMOS ARTE CIENCIA Y DESARROLLO CULTURAL”